26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica

visibilidad_cdc7345b71352898d346d2a1c6c3d9fdComo cada año, el 26 de abril es una fecha muy especial para aquellas personas que la sociedad califica como “diferentes” solo por su condición sexual. Nos estamos refiriendo al colectivo de las lesbianas que tienen, este día, un motivo de celebración, no solo por ser lesbianas, sino por hacer ver a todas las demás personas lo que son y que éstas traten de empatizar con ellas porque, como el ser gay, no es una enfermedad, solo una forma distinta de vivir que no hace daño a nadie.

Mujeres lesbianas han existido desde siempre, el problema es que antes no eran bien vistas, eran condenadas, sometidas a vejaciones y castigadas por ese tipo de comportamientos. Hoy en día eso no pasa, o al menos pasa menos, y es por eso que, cada 26 de abril, se intenta que las lesbianas sea algo que se vea y que no haya un rechazo por parte de la sociedad porque, a lo mejor, resulta que tu mejor amiga lo es y no te has dado cuenta hasta ese momento.

El día de la visibilidad lésbica se celebra desde hace seis años el 26 de abril y no es precisamente porque sea una fecha que coincida con un momento significativo para las mujeres. Lo cierto es que es quizás una de las pocas celebraciones que se celebra ese día por ningún motivo en particular. En realidad fue todo el colectivo lésbico el que decidió el día y decidió que el 26 de abril era un día muy acertado para luchar por esa invisibilidad de las mujeres lesbianas y para reivindicar que están en el mundo, que son diferentes pero que, no por eso, no son personas, sino todo lo contrario.

Llama la atención un fragmento de su manifiesto por el día señalado del día de la visibilidad lésbica:

Hoy es nuestro día, y una vez más celebramos nuestra lucha diaria por la visibilidad de nuestra realidad. Somos mujeres diversas, mujeres que sabemos que el mejor valor de la sociedad radica en su diversidad, mujeres que sabemos que la democracia sin nosotras, no es democracia. Y así, hoy como cada día damos un portazo a los armarios, por nosotras y nuestra felicidad, por la libertad de las generaciones futuras, por la dignidad de quienes lucharon por la visibilidad, cuando realmente todo, lo tenían en contra.

Porque la vida, nuestra vida, está fuera del armario. Porque no estamos solas.

Porque como mujeres lesbianas existimos, trabajamos, amamos, creamos, tenemos hijas e hijos, pagamos nuestros impuestos, votamos, decidimos. Es el momento de romper el silencio de una vez por todas, el momento de vivir una vida plena, el momento de darnos a nosotras mismas el derecho a la felicidad. Sólo con IGUALDAD y VISIBILIDAD otra política, realidad y sociedad son posibles. Por una sociedad en la que todas y todos somos diferentes e iguales en derechos.

No es sólo nuestra lucha, es la de todas las mujeres, mujeres jóvenes y mayores, es la de toda una sociedad que cree en la igualdad, en la libertad de todas y todos.

En este manifiesto se puede ver que las mujeres lesbianas no esperan un trato preferente, no esperan ayuda económica para tratar su “enfermedad” como lo llaman algunos ni esperan nada más que lo que cualquier persona podría esperar, el ser aceptado por una sociedad que, aunque no ve su forma de vida como lo normal, tampoco debe censurarla ni pensar mal de ella o ellas por querer eso y anteponer su felicidad a ser como el resto de miembros de la sociedad.

Dolce Love y el colectivo de lesbianas

En Dolce Love tratamos con multitud de clientes y clientas a lo largo del día, semanas, meses y años. Es muy probable que hayamos tratado con clientas que eran lesbianas sin nosotros saberlo, y otras veces a sabiendas de ello. Pero, ni en un caso ni en otro hemos querido hablar o expresar rechazo o disgusto ante esa situación porque, ¿acaso es algo que nos pueda afectar? No, entonces, ¿por qué expresar opiniones que son lo que la sociedad quiere solo para no ser diferentes a los demás. Cada uno puede vivir la vida como mejor le parezca siempre y cuando uno no haga daño a la libertad de otra persona.

En el caso del colectivo de lesbianas piden su reconocimiento, sí, pero para no tener que esconderse más, porque son, fueron y lo serán: miembros de la sociedad de pleno derecho, al margen de lo que, en su vida privada, pueden querer tener a su lado, o su inclinación sexual. Así pensamos en Dolce Love y estamos con ellas.

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