Aunque a veces los chicos hagan bromas con los cambios hormonales de las mujeres, tenemos que reconocer que a nosotros hay ciertos vaivenes químicos que nos afectan en mayor medida que a ellos. El hecho de tener la menstruación implica continuos cambios que nos afectan a lo largo del ciclo menstrual, de diferente manera según la parte del mismo en la que nos encontremos.
Durante el periodo de tiempo que dura el ciclo menstrual, el momento álgido no es la regla en sí, sino la ovulación. Justo en el centro del periodo tu cuerpo expulsa un óvulo hacia las Trompas de Falopio y camino del útero con la intención de ser fecundado, y es en ese momento cuando tu cuerpo experimenta mayores cambios propiciados por las hormonas.
La progesterona y los estrógenos son las dos principales hormonas que marcan tu ritmo vital en los momentos del ciclo, y la ovulación es la que hace que las proporciones de cada una cambien antes o después de producirse.
Si entiendes como te afectan estos cambios hormonales, tienes muchas más posibilidades de conocerte a ti misma y entenderte, y por tanto, saber actuar en consecuencia. Si un día te sientes mucho más irritable y enfadada, por ejemplo, piensa en qué parte del ciclo te encuentras, y quizás comprendas que tu vida sigue igual, que nada ha cambiado excepto el nivel de las dichosas hormonas que te hacen sentir tan mal.
La parte más positiva de la ovulación
Durante la ovulación, se alcanza el mayor nivel hormonal de estrógenos, la hormona femenina. Y además, durante la misma se comienza a segregar testosterona, que aunque es la hormona masculina, es una de las principales responsables del deseo sexual, y las mujeres también la producimos aunque en menores cantidades. Fantástico cóctel hormonal provocará en ti sensaciones y estado muy positivos, así que disfrútalos:
- Mejora tu estado anímico. Te sientes de mejor humor, más alegre y más activa, tienes muchas ganas de hacer cosas, dejarte ver, salir … controlas mucho mejor el estrés y te apetece ser más sociable. Ten en cuenta, que te encuentras en tu periodo más fértil y tu cuerpo, desde sus instintos más primitivos, te pide buscar un hombre que te fecunde.
- Muestras tu mejor cara: la más competitiva, la más eficaz en el trabajo, la más lista… como hemos dicho antes, tu cuerpo está alerta, esperando a que pase el espermatozoide perfecto delante de tus narices, y mientras, sin que tú te des cuenta, hace que muestres lo mejor de ti misma en todos los ámbitos de tu vida. Para que si pasa… ¡Pueda caer en tus redes!
- Te vuelves más atractiva de lo normal en el resto del ciclo: tus pechos se vuelven turgentes y aumentan su tamaño, tu piel y tu pelo se muestras exultantes y tu autoestima se pone por las nubes. Te dan ganas de vestirte más sexy, más femenina, más atrevida. Porque como hemos dicho antes, tus hormonas, buscan el espermatozoide perfecto.
- El deseo sexual aumenta y está más alto de normal. Durante estos días quieres y buscas más sexo, y cuando lo tienes lo disfrutas más. Incluso durante los días próximos a la ovulación, los orgasmos son más intensos.
¿Qué cambios te afectan negativamente durante la ovulación?
Tus cambios de ánimo como has podido comprobar son muy positivos. Sin embargo, durante la ovulación también ocurren una serie de cambios que no son del todo bueno, pero que tienes que aprender a sobrellevar y a cuidarte de ellos:
- El aspecto más negativo (o positivo, depende de lo que estés buscando) es que aumenta tu fertilidad, y si no quieres un bebé, es precisamente este momento cuando puedes quedarte embarazada con más probabilidad. Si un embarazo es ahora mismo lo último que buscas no te relajes con los métodos anticonceptivos ni un segundo, porque son los días más fértiles.
- La ovulación duele. Y mientras el ovario expulsa el óvulo y las trompas de Falopio lo hacen llegar al útero, tú puedes sentir calambres y fuertes pinchazos en la zona abdominal. Es normal, aunque en algunas mujeres las molestias son mayores que en otras.
- Las defensas caen en picado. Tu sistema inmunológico es mucho más débil durante estos días. Por eso es más fácil que cojas un resfriado, una cistitis o incluso una ETS. Así que cuídate con mimo, pero además, si vives un sexo desenfrenado fruto de tu alto deseo debido a la ovulación, nunca olvides el condón, porque podrás contraer una enfermedad venérea más fácilmente de lo que piensas.
Ahora que ya comprendes los altibajos que sufres algunos días, los cambios de humor, e incluso los vaivenes en tu deseo sexual, aprende a sobrellevar lo malo y a potenciar los aspectos más positivos de estar ovulando.
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