La higiene sexual es algo que informativamente pasamos por alto a menudo y sin embargo es uno de los principios fundamentales del mantenimiento y cuidado de la salud sexual. Además, no sólo por salud, sino por nuestro bienestar sexual, mantener una higiene íntima adecuada es muy importante a la hora de no causar malas impresiones a tu pareja. Un gran momento puede quedar totalmente eclipsado por un mal olor, o cualquier otro signo de falta de higiene.
La frecuencia del aseo íntimo debe ser diaria. Y todo lo que necesitemos, siempre y cuando no nos pasemos, porque exactamente igual de negativo son la dejadez higiénica como el exceso de limpieza.
Cuando la higiene no es suficiente, la suciedad y la cantidad de restos orgánicos acumulados en la zona, se convierten en un caldo de cultivo para infecciones genitales. Eso, unido al calor y a la presión de una ropa ajustada, puede arruinar por completo la salud de la piel de tus zonas más púdicas, por la contracción de todo tipo de infecciones.
Por el contrario, un exceso de higiene puede acabar con la parte más externa y protectora de la piel, dañándola, o puede acabar incluso con la flora vaginal, una serie de fluidos y mucosas que recubren los genitales femeninos y que es la encargada de ejercer de pantalla contra posibles infecciones.
Lo más adecuado es, hacerlo a diario una vez al día. Ampliar el cuidado a momentos antes del sexo, después del sexo, y aumentar el número de veces al día durante la menstruación en el caso de las mujeres. Siempre utilizando los productos adecuados.
Higiene íntima femenina
Las féminas suelen estar mucho más pendientes de este tema que los hombres. En ellos queda un largo camino por recorrer, no sólo por falta de higiene, que no siempre es el caso, sino por llevar a cabo la misma de una forma eficaz y respetuosa con el cuerpo.
Algunas pautas a seguir, sería las siguientes:
- Lavar la zona genital con abundante agua y con un jabón neutro, al ser posible con un jabón especialmente creado para cumplir esta función. Durante la ducha, es recomendable, y sobre todo después de enjabonar, dejar caer un chorro con abundante agua sobre los genitales externos. Que no tenga demasiada presión y que su temperatura sea más o menos tibia.
- Los genitales se lavan por fuera, no por dentro. Nunca introduzcas jabón u otro producto de higiene dentro de la vagina. Existen unos productos farmacéuticos conocidos como duchas vaginales. Solamente están indicadas cuando lo prescriba el médico de turno. No pueden utilizarse frecuentemente, ni sin indicación médica, porque un abuso de las mismas puede destruir la flora vaginal.
- Después de darse una ducha o simplemente lavar la zona con jabón y agua, es preciso secarla suave pero concienzudamente para evitar que quede humedad restante que pueda dar lugar a que los hongos se reproduzcan.
- Es muy bueno orinar después de tener sexo, porque se eliminan las bacterias que hayan podido entrar en la uretra. Eso sí, recuerda siempre, que cuando vayas al baño, debes limpiarse de adelante hacia atrás, para que no pasen bacterias del ano a la vagina.
Higiene íntima masculina
Los chicos para empezar deberían concienciarse más sobre la necesidad de una higiene cuidada en sus genitales. En ellos la preocupación por la higiene íntima ha llegado mucho más tarde, y por eso se nota una gran diferencia entre los hábitos femeninos y los masculinos. Aunque la preocupación es creciente.
Los hombres necesitan un cuidado similar al de las mujeres, porque la falta de higiene íntima puede favorecer la multiplicación de hongos, bacterias e infecciones genitales. Por eso deben de seguir un ritual de “limpieza” similar al que proponemos:
- Los hombres circuncidados deben retraer el prepucio hacia atrás y lavar bien con abundante agua esa parte del glande. También es igual de importante lavar con agua y jabón neutro los testículos y toda la zona genital.
- Una vez efectuado el lavado, es muy importante secar de manera concienzuda la piel, para evitar, irritaciones, escoceduras u hongos.
- En cuanto a los hongos, si se es muy propenso al sudar de forma abundante, un buen consejo es utilizar polvos talco que absorban la humedad.
- Después del sexo hay que poner especial atención en la higiene. Además, si se tienen relaciones sexuales durante la menstruación, es recomendable eliminar todos los restos, para evitar la proliferación de microbios.
¿Cómo deben ser los productos de higiene íntima?
En el mercado pueden encontrarse numerosos productos de higiene íntima, sobre todo para las mujeres. Sin embargo, hay que tener cuidado con el PH de estos productos y con la frecuencia en que se utilizan.
Lo más recomendable, tanto para ellos como para ellas, es utilizar agua y jabón neutro o natural. Y recordad: aunque la higiene es un gesto ineludible, abusar de la misma puede causar problemas serios. Todo en su justa medida.
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