Es raro que no me avasallen con preguntas en cuanto digo la naturaleza de mi trabajo: soy asesora tuppersex y eso siempre crea un morbo increíble en los chicos y mucha curiosidad en las chicas. Me encanta lo que hago. Es un placer siempre renovado cada vez que cojo mi maleta y mi coche para presentarme en una reunión.Y es que ninguna reunión es igual a otra, incluso cuando son clientes que repiten. Siempre es diferente.
El primero en no estar muy conforme cuando anuncié mi trabajo de asesora tuppersex en casa fue mi padre. No fue un drama pero fue un poco faltó. Estuvo más de 15 días investigando lo que era realmente este tipo de trabajo y en qué consistía.
Cuando vio que todo era muy normal y muy sano, dejó de preocuparse y al contrario le picó la curiosidad en conocer los productos que vendía. Mi madre y él fueron mis primeros clientes. Yo como ya os dije, siempre que me preguntan por mi trabajo de asesora tuppersex, las personas tienden a preguntarme o pedirme que les cuente anécdotas. Y es cierto que habría para escribir un libro. Tengo un trabajo increíble, lleno de vida, risas y calor humano.
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