Algo tan mágico como el amor, hay que celebrarlo, y no un día, sino 365 días al año. Aun así, el 14 de febrero será por siempre el día oficial de los que están enamorados.
¿Y por qué esta fecha y no cualquier otra? Pues resulta que el santo San Valentín fue el santo que más hizo por defender al amor verdadero. Y no nos lo inventamos en DOLCE LOVE, no. La historia fue tal que así:
Allá por el siglo III DC, en la Roma del gran imperio, el amor de los soldados era perseguido. Existía la idea de que los soldado que no tenían compromisos amorosos ni familiares, rendían mucho más que aquellos a los el amor les embriagaba… Por eso muchos de ellos tenían que vivir sus irremediables y verdaderos amores de la forma más secreta. Por aquellos entonces apareció por Roma el sacerdote Valentín. Indignado por las normas impuestas por el emperador Claudio III, decidió oficiar bocas secretas entre los soldados enamorados, y se convirtió en la figura más buscada por todos aquellos que querían oficializar su amor. Esa fama hizo que el emperador mandara a llamarlo. Valentín intentó que Claudio III se convirtiera al cristianismo, y estuvo a punto de conseguirlo. Sin embargo, en un momento determinado, cambió de opinión y mandó a ejecutarlo. Antes de morir martirizado, el lugarteniente encargado de ejecutar la sentencia, se burló de él y quiso ponerlo a prueba. Entonces, el sacerdote Valentín obró un milagro… y devolvió la vista a la hija del lugarteniente. Sin embargo el milagro no sirvió para salvar la vida del sacerdote, y fue martirizado sin remedio. Valentín, murió un 14 de febrero. Dos siglos después, la iglesia católica lo beatificó
Desde entonces, San Valentín se convirtió en el símbolo del amor. Surgieron infinidad de leyendas y fiestas alrededor de su figura, y hoy en día, pervive el 14 de febrero, como su gran día, el día de San Valentín, el día de los enamorados.
¿Estás enamorada? Pues no dejes de pasar este día, y ¡celebra el triunfo de este sentimiento!
Deja una respuesta