Ya estamos muy cerca de que la primavera haga su
acto de presencia y, aunque sabemos que eso no quiere decir que ya vaya a ver el sol, el calor y demás, si que hay algunos cambios en la temperatura y hace que estemos más activos y con ganas de hacer más cosas. ¿El motivo? Ya lo dicen: “la primavera, la sangre altera”.
Y es que la primavera, por el hecho del florecer y el despertar, hace que las personas estén mucho más receptivas que de otra forma y ayuda a que haya un cambio. Si no, piensa en el invierno, normalmente es frío y aburrido, te sientes apagada, sin muchas ganas de hacer nada. En cambio, con la primavera, la cosa cambia, y mucho, porque empezamos a notar ese calor, esas ganas de levantarnos y hacer de todo, y, por supuesto, también las hormonas juegan un papel importante ya que afectan en mayor intensidad ahora.
La primavera es en realidad la estación en que las plantas y los animales suelen cortejar a las parejas y por supuesto también aparearse. En el caso de los seres humanos ocurre exactamente igual y hace que nuestro cuerpo empiece a estar más receptivo a estímulos visuales (sobre todo porque nos quitamos ropa y empezamos a mostrar atributos que antes han podido estar ocultos y no llamar la atención).
Qué cambia en la primavera
El hecho de que la primavera altere la sangre no es un mito realmente. Ocurre de verdad, solo que no es solo la sangre en sí sino todo el ser. Con la primavera, el calor, los días más largos, etc. hace que nuestro estado de ánimo sea más positivo, que tengamos ganas de hacer cosas nuevas, o cosas diferentes, y a la vez seducir a los demás pues en esta época nos volvemos todos más coquetos y ligones. ¿Motivo? Que nos sentimos más seguros de nosotros mismos y eso hace que nos echemos para adelante.
El sentido del tacto y la vista se agudizan pero también el del olfato (aunque solo para aquellos que realmente lo tienen algo más desarrollado de lo normal). En cuanto a la vista, la luz hace que se vea de otra forma, como si aportada un halo de luz a las personas; si a eso le unes el hecho de que las mujeres visten con menos ropa y que muestran partes de su cuerpo eso hace que los hombres empiecen a estar más predispuestos, cuando encuentran una pareja afín, a establecer relaciones sexuales.
En cuanto al sentido del tacto, éste se despierta mucho más y la piel el más sensible al roce de la persona de tal forma que se consigue un resultado mucho mejor. Si le unimos el hecho de que, tanto los hombres como las mujeres, segregan mayores niveles de estrógenos, andrógenos y progesterona, tenemos todo un cóctel sexual en marcha y todo eso debido a la primavera.
De hecho, seguro que sabes que, en primavera, la gente se enamora mucho más. ¿Por qué? Pues porque nuestro cuerpo reacciona de otra manera y tiene más ganas de encuentros sexuales. Ese es quizás el problema que se tiene en las relaciones hoy día, que al hacer más caso al cuerpo que a la razón hace que se tengan más relaciones. Ten en cuenta una cosa, si pasada la primavera y el verano logras llegar a la siguiente sin arrepentirte, entonces es posible que esa relación sea duradera pero, sinceramente, las parejas de primavera, muchas de ellas, empiezan solo como atracción, no amor.
Sin embargo, aunque podamos decirte que la primavera es todo bonito lo cierto es que no. Hay muchas personas que pueden sufrir la astenia primaveral, es decir, un agotamiento repentino que no se sabe de dónde ha salido pero que te impide hacer una vida normal y solo quieres dormir; o bien una depresión. ¿Son cosas pasajeras? Si, pero hay que cuidarse de ellas para que no haya ningún problema. No son las únicas, hay muchas más como la temida alergia que puede afectar a tu día a día y sobre todo a tus relaciones.
Nuestro consejo es que salgas a la calle y dejes que el sol te caliente. Una buena dosis de sol es imprescindible para el cuerpo y hará que te sientas mucho mejor. Si a eso le sumas una pareja y un poco de diversión entre vosotros seguro que, la primavera, no será lo único que se altere.
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