EN ELLOS, ¿PUNTO G? ¡NO!, PUNTO P

man_p_spot_fa51643de76068991ba6104081ddf098El Punto G femenino, tiene su análogo, en cuanto a placer se refiere, en el cuerpo masculino. Resulta que en ellos también existe un punto realmente escondido, que proporciona un placer sublime cuando es estimulado durante las relaciones sexuales. Sin embargo, en el caso de los hombres está tan escondido, que el que no tiene un mínimo acercamiento a las relaciones anales, nunca lo descubre.

¿Dónde está el Punto P?

El cada vez más famoso Punto P debe su nombre al órgano que lo conforma: la Próstata. La próstata es una glándula que pertenece al aparato reproductor masculino. Tiene una forma y tamaño similar al de una castaña, y se encuentra situada entre el recto y la parte inferior de la vejiga. Su función es “fabricar” líquido seminal, el que nutre y protege a los espermatozoides desde su creación hasta su camino al óvulo.

La Próstata interviene de manera importante en el orgasmo, liberando el líquido seminal. Por eso está rodeada de terminaciones nerviosas que la hacen muy sensible a los estímulos sexuales, para asociar su funcionamiento a la respuesta sexual. Durante el orgasmo, la próstata entra en acción, expulsando el líquido a través de los conductos eyaculadores.

La próstata es tremendamente sensible, precisamente por eso, porque es la que debe realizar la descarga mayor en el momento de la eyaculación. Puede producirse una eyaculación por estimulación directa de la misma. Por eso, en medicina incluso se utiliza el masaje prostático para extraer muestras de semen sin tener que recurrir a la estimulación sexual.

¿Cómo estimular el Punto P?

Esta es la parte controvertida del placer “P”. Resulta que la mejor manera de acceder a la zona de estimulación prostática es a través del ano. Y claro, las costumbres de los hombres heterosexuales no dan para tanto.

Son muchos los hombres heterosexuales los que tienen reparo a introducir cualquier objeto penetrante a través de su ano. Existe la prejuiciosa idea de que si sientes placer a través de la penetración anal… es que eres homosexual. Nada más lejos de la realidad. A través de la estimulación anal de la próstata se puede alcanzar uno de los orgasmos más intensos que un hombre puede alcanzar, y eso no implica que su tendencia sexual cambie. Aunque la penetración anal sea la práctica sexual más común entre homosexuales, ellos lo hacen con un sentido erótico y afectivo. Pero ningún hombre debería dejar de probar la estimulación prostática.

Existe una manera de estimular el Punto P de forma externa: presionando el perineo (la zona que va desde los testículos hasta el ano). La próstata se sitúa relativamente cerca, y puede ser estimulada de esa manera, aunque nunca con la misma intensidad que por la vía anal. Pero bueno… por algo se empieza, si te gusta quizás te entren más ganas de probar…

Para principiantes, lo mejor es empezar introduciendo un dedo. Antes de comenzar cualquier tipo de penetración anal (incluida con el dedo meñique) es aconsejable, y diríamos necesario lubricar bien la zona. Acuoso o de base silicona, quizás sea más recomendable el de base silicona para que el efecto sea más duradero y el roce mucho más suave.

El siguiente paso es buscar el punto donde se sitúa la próstata. Ésta se encuentra situada a unos 5 centímetros de la entrada al ano, en la parte frontal del ano, justo pegada a la vejiga.

Puedes sentarte y levantar las piernas semiflexionadas, o quizás de rodillas “a tres patas”, siempre de la manera en la que te encuentre más relajado y cómodo.

En pareja… mucho mejor. Un buen comienzo sería un beso negro. Lamer la zona y excitarla antes de. Tu pareja puede introducir entretanto uno de sus dedos, y buscar el punto clave. Además, si esa penetración va acompañada de sexo oral, el placer puede ser algo supremo. Eso sí, pídele a tu pareja que no ejerza demasiada presión sobre el Punto P,… en o menos de un minuto todo habrá acabado. Es mejor masajearlo suavemente, y hacer pequeños descansos si quieres que este placer nunca acabe.

También debéis saber que existe la opción estimular este punto ayudándote de un masajeador. Con forma de dildo, o diseñados ergonómicamente, estos masajeadores están creados y pensados exclusivamente para cumplir esa función. Los hay incluso con vibración, para que veas hasta las estrellas.

Estimulación prostática para todos

El placer que proporciona la estimulación del Punto P es algo que todo hombre debería probar, independientemente de su orientación sexual. Hay hombres heterosexuales que llegan al orgasmo con una breve estimulación de esta zona, y hombre homosexuales, acostumbrados a estimular esta zona más a menudo, que opinan que no es para tanto. Para gustos los colores. Por eso, para juzgarlo, pruébalo tú mismo.

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