Hablamos de sustancias que son segregadas por diferentes glándulas de nuestro cuerpo. Dichas hormonas son las encargadas de regular diferentes funciones de nuestro organismo, entre ellas, las funciones sexuales.
Las hormonas sexuales son segregadas, en el caso del hombre, por los testículos, los cuales fabrican andrógenos, es decir, testosterona, en el caso de la mujer, por los ovarios, los cuales fabrican estrógenos y progesterona, También es necesario señalar que la mujer segrega testosterona, en menor cantidad que el hombre y está demostrado que es la responsable del deseo sexual y aumenta la ovulación.
Estas hormonas son responsables de la excitación, el deseo, la atracción y el orgasmo; además de otros factores psicológicos, sociales y culturales.
La liberación de hormonas está regulada por dos partes del cerebro: Hipófisis e Hipotálamo. Ellos detectan el exceso o falta de hormonas y es así como provocan la detención o liberación hormonal. La frase el sexo está en el cerebro cobra más sentido aún.
Las hormonas nos controlan la vida, se apoderan de nuestras emociones, deseos, etc. Es por ello que en ocasiones nos encontramos más decaídos/as, con menos autoestima, apáticos/as, etc.
Si nuestro cuerpo funciona correctamente y no hay descontroles hormonales ni descompensaciones, nuestra libido no se verá afectada, un hecho obvio es el caso de que la disminución de testosterona provoca disminución del deseo sexual, los Estrógenos aumentan en la primera fase del ciclo menstrual y favorecen la lubricación y la circulación sanguínea en la vagina. En el caso de las mujeres con escasa actividad hormonal debido a alguna patología, la administración de estrógenos puede mejorar la vascularización y lubricación vaginal, con lo que la actividad sexual puede resultar más placentera.
La Progesterona cierra el ciclo menstrual, altera el estado de ánimo y disminuye el deseo. La elevación de la prolactina disminuye el deseo sexual, es por ello que madres recientes no sientan esa apetencia sexual como antes.
Los niveles de hormonas sexuales varían de una persona a otra, también estos niveles dependen del momento de la vida en el que la persona se encuentre.
¿Qué pasa con la menopausia?
Durante la menopausia la testosterona y los estrógenos descienden. De 1/3 a 2/3 de las post-menopausicas experimentan desinterés sexual, menor número de fantasías sexuales, mayor sequedad vaginal en el coito, todo ello se ha asociado al descenso de estrógenos y testosterona. Se puede dar el caso de entrar en un círculo vicioso y negativo: artrofia vaginal, dispaurenia, rechazo al coito, disminución de actividad coital por lo que aumenta la artrofia vaginal y menor deseo sexual y así sucesivamente.
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