Relato Erótico 3

Delicada

En aquella edad de madurez temprana, aquella llena de deseo y tentaciones… Allí, si allí se encontraba ella, de ojos que con solo una mirada hacía que mi corazón latiera más fuertemente, de aquellos labios tan carnosos, que hacían que todo mi ser quisiera besarla y acariciarla palmo a palmo todos sus bellos secretos…Ella de piernas sumamente contorneadas, era como ver más allá de una diosa, a la vez que veía un ángel de cabellos dorados como el sol.

De repente, se acercó a mí, y con una voz dulce a la vez de tentadora, me fue susurrando al oído, cosas tan sensuales, que poco a poco más me iba enamorando de ella, y de pronto nos cubrió un manto de estrellas, en el que estábamos los dos sintiendo más cerca nuestros latidos, amándonos sin condiciones… Fue una noche llena de lujuria y amor, pero fue fugaz al igual que inolvidable, ella cogió y en medio del amanecer marchó, dejándome entre sábanas y besos de sabor a miel, aquella noche me hizo renacer… Sintiendo piel con piel, pero igual que la noche que fue inolvidable, con gran certeza ella también lo es, y voy mirando a todos lados, por si la volvió a ver, porque ella me enseñó que en una noche se puede amar también.

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